La luz gótica : Las vidrieras

Rosetón crucero norte de la catedral de Chartres. La Glorificación de la Virgen.


Claret enim claris quod clare concopulator” 
(Pues brilla lo brillante que se une a lo brillante)
Et quod perfundit luz nova, Claret opus
(Y brillará el noble edificio al que atraviesa la nueva luz).(6,36)


Estas palabras del abad Suger denotan la dualidad expresa del pensamiento del abad en torno a la
nueva iluminación gótica : en ella deben convivir lo metafísico y lo arquitectónico, de acuerdo con su hermenéutica anagógica en la que la belleza de la materia conduce a la del espíritu.

Estupenda ocasión para detener la mirada ante la belleza de una luz similar a la que proyectan hoy en día las pantallas de nuestros ordenadores y tablets. Fascinación por la síntesis aditiva del color en la que el blanco es el resultado en contraposición con la síntesis negativa del color que se plasma en el lienzo. Transformación en joya del espacio interior (1). Culto a Nuestra Señora, una constante en la catedral gótica. Centro y representación de la que deberá ser el alma de la ciudad vinculada a la monarquía es una entidad no sólo arquitectónicamente expresada en femenino. Tracerías y arabescos conforman una arquitectura de bordados en clave femenina. El centro político y religioso de las nuevas sociedades matriarcales mediterráneas debía expresarse en femenino. Las entradas góticas evolucionan hacia la entrada y labios de la vagina. Orígen del mundo. La luz evoluciona hacia la joya. Nôtre Dame de Paris no tenía luz-joya. (Xisco Bernal).

De la luz gótica se han dicho muchas cosas, a veces contradictorias, porque el espacio de la religiosidad gótica es un espacio fundamentalmente oscuro en el que luz es una mística sólo para iniciados lo mismo que ocurre con la caligrafía islámica, o con la música. Los demás disfrutamos del color sin más, lo mismo que lo hacemos con la música o la caligrafía. Aún sin entender nada. Porque la auténtica belleza lo es para todos, no sólo para aquellos que la pueden disfrutar plenamente.

En origen el vitral nace de la necesidad arquitectónica de dar un sentido a una superficie de muro que desaparece con la aparición de la bóveda de crucería, uno de los elementos más característicos de la arquitectura gótica, y que sustituye a la bóveda de cañón románica.

El texto de Teófilo (ca. 1080 - post 1125), «Diversarum artium schedula sive de diversis artibus» (4) explica las técnicas artísticas medievales empleadas en la fabricación del vitral.(link). También Il Libro dell'Arte de Cennino Cennini, el Arte delle vetrate de Antonio da Pisa y Manuscrito de Bolonia de autor anónimo.

En cuanto a las vidrieras de la catedral de Nuestra Señora de Chartres y concretamente, la que nos ocupa, es el vitral de la fachada norte del transepto que ocupa la baie 121, llamado de la Glorificación de la Virgen y también la Rosa de la Casa de Francia por haber sido donado por Luis IX y su madre Blanca de Castilla en 1230. 

Igual que su opuesto de la cara sur del transepto consta de 5 lancetas verticales sobremontadas por una gran rosa. El motivo central de la gran rosa es la Virgen María con Jesús niño en brazos. Motivos bíblicos relativos a los reyes de Judá forman los diferentes vitrales en formas losange que rodean la imagen central. La flor de lis de la Casa de Francia, en oro sobre fondo azul, comparte espacio con las armas de Castilla en la base de la gran rosa central. Es la más grande y la más antigua de las tres rosas de la catedral alcanzando los 13,50m de diámetro(3).

El número 12 está presente en todas las composiciones geométricas de las tres grandes rosas. Como se sabe este número es la base de antiguos sistemas de numeración orientales e indoeuropeos (Xisco Bernal).

Bibliografía :
1.- Nieto Alcaide, 1978, La luz, simbolo y sistema visual. El espacio y la luz en el arte gótico y del renacimiento, Cátedra.

2.- «La luz natural como generadora del espacio arquitectónico de la catedral gótica», tesis doctoral, 2012, de Juan Manuel Medina del Río, arquitecto, dirigida por la Dra. María Josefa Casinello Plaza, Universidad Politécnica de Madrid, Escuela Técnica Superior de Arquitectura. (*.pdf)

3.- Les vitraux de la cathédral de Chartres. (link)
4.- THEOPHILUS, “De Diversis artibus. The various Arts”, ED: C.R. Dodwell, Edimburgo, 1961; “On Divers Arts. The treatise of Theophilus”, ED: J.G. Harthorne y C.S. Smith, Chicago, 1963. ISBN:0-520-03566-6. P. 46-48.

5.- ROCA, Ramón en “Vidrieras medievales de Cataluña”, Ed: Lunwerg Editores e Institut d´Estudis
Catalans. Barcelona, 2000. ISBN: 84-7782-627-7 (Lunwerg) y 84-7283-532-4 (IEC). p. 209-247.

6.- Lecoy de la Marche, A, “Oeuvres Completes de Suger”, 1ª Edición, ediciones Cátedra (Grupo
Anaya, S.A.), 2004, Madrid. ISBN: 84-376-2179-8. p. 36


En  Le Mans, Poitiers y Saint-Denis, tenemos las vidrieras más antiguas.





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